BIOGÁS y BIOFERTILIZANTE
La actividad humana altera la composición de la atmósfera, genera aumento en la temperatura media mundial y produce fenómenos meteorológicos que causan desastres irreversibles. El cambio climático está ocurriendo y la opinión de la comunidad científica está cada vez mejor fundada al respecto. Ante esto se están tomando medidas que protejan a las poblaciones, flora, fauna y recursos de los impactos que generan los extremos climáticos, medidas de adaptación y mitigación de emisiones. Es por ello que la progresiva eliminación de las emisiones de carbono mediante energías limpias y renovables está tomando fuerza en el mundo, y varios países están reorientando las inversiones y los subsidios destinados a las fuentes de energía fósiles como el gas, el carbón o el petróleo hacia el despliegue de las energías renovables y de la eficiencia energética. En Argentina esto no solo contribuiría a la situación climática global, sino que también traería beneficios económicos al recuperar el autoabastecimiento energético en un país donde se importan más de US$ 5500 millones en gas natural por año y más de US$ 13.000 millones en total de combustibles, mientras contamos con un gran potencial solar y donde el potencial eólico permitiría cubrir más de 50 veces el consumo eléctrico actual.
Biodigestores: obteniendo gas y fertilizante natural
Una de las características más importantes de la biodigestión es la disminución del potencial contaminante de los residuos de origen vegetal, animal y humano. En el caso de la producción agropecuaria se produce gran cantidad de residuos orgánicos, y los efluentes pueden dejar de ser un problema para el productor para transformarse en una gran oportunidad. El metano que se libera a la atmosfera al realizar estas actividades es un gas que se forma por la descomposición anaeróbica de materia orgánica y contamina 21 veces más que el CO2, aunque este último está mucho más presente a nivel global. Es posible ante esto producir biogás utilizando biodigestores. Un biodigestor es un contenedor cerrado, hermético e impermeable que, mediante el almacenamiento de material orgánico –excrementos de animales, desechos vegetales, restos de alimento, etc– genera una fermentación anaerobica que deriva en la producción de biogás y fertilizante. Cada tipo de residuo tiene mayor o menor potencial para generar gas, siendo los excrementos de animales rumiantes los ideales. El biogás puede ser empleado como combustible en las cocinas e iluminación, y en grandes instalaciones se puede utilizar para alimentar un generador que produzca electricidad. El otro producto de la biodigestión, la generación de biofertilizantes, permite disminuir la contaminación y la dependencia energética que hoy tiene la actividad agropecuaria y de este modo favorecer a un desarrollo más sustentable de la actividad. El fertilizante, llamado biol, inicialmente se ha considerado un producto secundario aunque actualmente se está considerando de la misma importancia que el biogás, ya que provee a las familias campesinas de un fertilizante natural que mejora mucho el rendimiento de las cosechas. En la ciudad es posible instalar biodigestores, pero la cantidad de residuo necesario para generar una cantidad significativa de gas es bastante mayor a lo que una familia tipo puede generar por día, semana o mes. En ciudades los casos más usuales son los biodigestores para procesar los residuos orgánicos de una comunidad entera, y el gas generado es utilizado para suplir una necesidad de la comunidad, como calefacción de un edificio público, o generación eléctrica para el alumbrado público, o inyección de la energía a la red eléctrica -como hace el predio del CEAMSE que le vende la energía generada a EDENOR-. Existen diversos tipos de tecnologías y tamaños para implementar de acuerdo a la cantidad de residuos orgánicos que se dispongan diaria o semanalmente. A escala familiar en el caso de los biodigestores sociales, se calcula que 5 kg diarios de restos orgánicos son suficientes para generar biogás y abastecer un anafe para cocinar durante 1 hora por día.
Ejemplos en el Mundo