¿Qué perspectivas ve en la explotación del litio en nuestro país?
Estamos parados en una liga totalmente nueva. En el denominado “triángulo del litio”, Argentina, Bolivia y Chile reúnen el 85 por ciento de las reservas descubiertas hasta la fecha a nivel mundial. La mayor se encuentra en el Salar de Uyuni (Bolivia), le siguen los salares de la Puna chilena y los salares de Catamarca, Salta y Jujuy. No es un negocio para hoy y los grandes jugadores no pertenecen a la industria minera, sino que se trata de aquellos que serán los usuarios finales y están tratando de tomar posiciones en estos proyectos, como ocurre con las automotrices Toyota o Mitsubishi. Es un boom en el que se está pensando cómo van a ser los autos en el 2020 o en el 2030 y lo que se está jugando acá es quién va a ser el dueño de las reservas para producir las baterías. Hay una iniciativa muy interesante del gobierno jujeño de armar un instituto del litio (el Centro de Desarrollo Tecnológico “General Savio” de Palpalá) o que el Estado ponga plata para armar una fábrica de baterías de litio (a través de la empresa tecnológica Y-TEC). Es algo similar a lo que ocurrió con la “fiebre del oro” en California de 1860. Hoy estamos ante la “fiebre de litio”. Han venido inversores australianos, canadienses e incluso la chilena Soquimich acaba de comprar parte de un proyecto de Minera Exar (el 51 por ciento en el salar de Cauchar).