El rol de lo nuclear en la transición energética

ENTREVISTA

José Luis Antúnez es nuevamente el presidente del directorio de Nucleoeléctrica Argentina.
Es ingeniero Electromecánico egresado de la Universidad de Buenos Aires con más de 50 años de experiencia en el gerenciamiento de proyectos energéticos.
Fue CEO de Transener S.A y CEO de NUCLAR S.A. También fue director del proyecto de la central nuclear Atucha II.

En principio muchísimas gracias Ing. Antunez por dar a nuestra revista Energía en Movimiento esta entrevista.

Yendo de lo general a lo particular,
¿Cuál es la situación actualmente de la energía nuclear en el país?
La situación de la energía nuclear en el país hoy es que el 26 de junio de este año el Poder Ejecutivo Nacional aprobó el plan núcleo energético para los próximos 10 años. Este plan consiste primero en operar y mantener la calidad habitual que ha caracterizado siempre a las 3 centrales que están en operación. Además extender la vida útil de Atucha I por un período de más de 25 años a partir del año 2024, siguiendo el ejemplo y la experiencia adquirida en la extensión de la vida útil de Embalse, que se terminó hace poco y comenzó por el año 2010. Tenemos hoy un Embalse nuevo con 30 años más por delante de funcionamiento. Esto en lo atinente a la flota existente.
NASA es miembro de la asociación internacional de operadores centrales nucleares y compartimos experiencias con todos los operadores del mundo en esta difícil tarea que es operar centrales con larguísimos períodos de vida. La experiencia ya ha demostrado que las centrales nucleares tienen un período de vida extremadamente largo. En Estados Unidos hay centrales licenciadas para 80 años de funcionamiento. Así que la prioridad estratégica para NASA es operar bien y mantener el parque que tiene ahora, y agregar dos unidades nuevas de gran potencia que están dispuestas por la ley nuclear del año 2009, la 26566. Esta no es una disposición nueva ni hecha por nuestro gobierno, sino que se hizo en nuestra gestión anterior y dispuso la construcción de 2 centrales nuevas, eligiendo para una de ellas la tecnología que conocemos y usamos desde hace muchos años y que es de nuestra propiedad, la tecnología del uranio natural y el agua pesada. Esta es la tecnología en la cual están basadas las 3 centrales que tenemos en X operación, tanto Atucha I y II como Embalse.
Esta nueva central va a ser una réplica actualizada de Embalse, con la tecnología canadiense CANDU de las cuales somos propietarios para su uso en la República Argentina. La otra estación de la que tanto se habla, es ya entrar en el ciclo del uranio enriquecido y el agua liviana con una central de potencia, cuando se seleccionó allá por el 2012/2014 el reactor chino de 1100 megavatios que responde al nombre de Hualong.
Así que NASA tiene encomendado X recuperar el proyecto nacional que había sido cancelado el año 2018 y volver a ejecutarlo. Estamos ya trabajando en eso para terminar lo que tampoco pudo hacer la administración anterior, que es el contrato con China, y dar comienzo al reactor de uranio enriquecido de 1000 megavatios. A esto debo añadir, si bien no es parte del programa de NASA pero está íntimamente ligado, el programa que tiene la Comisión Nacional de Energía Atómica también aprobado por el Poder Ejecutivo nacional, de terminar el reactor modular de tamaño pequeño en el que viene trabajando desde hace años. De hecho la construcción la habíamos comenzado juntos colaborando con la CNEA en el año 2014 y después quedó paralizada, qué es el reactor CAREM, y que está además instalado en un predio adyacente a las dos centrales Atucha, así que es parte nuestra también, y somos los más entusiasmados en que tenga éxito la Comisión de Energía Atómica que es la propietaria y diseñadora del proyecto. Siendo el primer reactor de potencia de diseño íntegramente argentino.
La misión de NASA es colaborar con nuestro entusiasmo haciendo lo que sabemos hacer que es construir la Central. Desde antes de junio ya estamos colaborando con la CNEA que reinició los trabajos en el proyecto CAREM.
Argentina tiene una reputación muy importante en energía Atómica de uranio natural.

¿Por qué se selecciona el uranio enriquecido siendo que nosotros tenemos una tecnología muy importante y una experiencia con la cual incluso estamos asesorando a Brasil?
Una de las razones es muy simple y a veces pasa desapercibida, el reactor que ha diseñado la Comisión Nacional de Energía Atómica es de tipo modular, se reconoce por sus siglas en inglés CMR, reactores pequeños modulares, es de uranio enriquecido, no es uranio natural como los nuestros de potencia, así que esa es una poderosa razón para que la Argentina siga profundizando e ingrese en el conocimiento de cómo generar energía eléctrica con uranio enriquecido. Por otra parte son muchas las naciones que han comenzado con la tecnología de uranio natural y la han complementado con reactores de potencia de uranio enriquecido. Cuando llegue el momento de que el proyecto CAREM sea comercializable, unos de las principales vectores de interés en ese proyecto es la exportación, y va a ser muy interesante exportarlo en nombre de una nación que también genera comercialmente energía eléctrica por uranio enriquecido.

¿Cuál es la diferencia entre la energía por uranio natural y por uranio enriquecido?
El reactor es donde se produce un proceso de fusión controlada que genera energía térmica, con esa energía se genera vapor, y con eso hacemos energía eléctrica. Esto lo hacemos desde el año 55 que fue cuando arrancó la primera central comercial nuclear, que tenía la friolera de 20 megavatios de potencia. Así que como diferencia conceptual, es lo mismo. La diferencia está en la potencia unitaria del combustible, digamos que el reactor de uranio enriquecido produce más por unidad de volumen en cuanto a energía, que el de uranio natural. Hay otra diferencia que es tecnológica, en el reactor de uranio natural se reabastece de combustible en marcha, mientras que los de uranio enriquecido se reabastece periódicamente deteniendo la máquina y abriendo el recipiente. Ventajas entonces. El equipamiento de uranio enriquecido para usarlo es más simple que el necesario para utilizar con uranio natural, pero al mismo tiempo, mientras que el uranio natural se usa tal cual se los saca de la naturaleza, con el grado de enriquecimiento que tiene, si eso se purifica y se aumenta el grado de enriquecimiento, para pasar del 0,85 al 3,5 a 4 %, uno por unidad de volumen, consigue mucha mayor cantidad de energía con sustento económico por un lado. Y además, mientras que el uranio enriquecido lo producen solo pocas naciones en el planeta, el uranio natural se puede utilizar tal cual viene de la naturaleza. Argentina optó por ese camino por razones de independencia tecnológica en el abastecimiento de insumos estratégicos, cómo es el consumo de combustible.

¿Cuales han sido las prioridades y objetivos que se ha fijado NASA?
Estos los había fijado Gobierno nacional, teniendo en cuenta que nuestro Gobierno es el mismo que estaba en el año 2015. Así que el programa estuvo muy meditado. Usted hablaba de continuidad en los programas en la charla previa, y esto fue fijado por ley en el 2009. Me cuesta imaginar algo más fuerte que una ley, que se supone es algo que todo ciudadano debe cumplir hablando de política de Estado, y una ley que fue aprobada por abrumadora mayoría, casi diría por unanimidad en ambas cámaras. Así tal como lo hizo el gobierno al formular el plan en el 2014, lo ha vuelto a hacer dando cumplimiento a la ley 26566.
La energía atómica en el país, además de la generación eléctrica, tiene muchas prestaciones
Todo es energía atómica. Una cosa es la Energía Atómica de potencia que tiene como expresión fundamental la generación de energía eléctrica, pero hay otras aplicaciones directas. La propulsión naval por ejemplo se hace teniendo un reactor que el vapor que produce se usa en una turbina que impulsa las hélices de la embarcación. Por otro lado en el uso de la energía nuclear, la que descuella por encima de todas es la Medicina, en la cual la Argentina ha sido pionera, es un modelo. En estos días se está yendo a Corea en busca de un acelerador lineal para tratamiento médicos que es una manifestación de la energía atómica, sus cantidades son minúsculas comparada con la eléctrica pero inmensamente útil a la medicina. Corea está construyendo un acelerador lineal con tecnología Argentina diseñado en el Centro Atómico Constituyentes de la Comisión Nacional Energía Atómica. También tenemos 27 centros de medicina nuclear en el país absolutamente pioneros en el tema. Hay otras muchas aplicaciones, por ejemplo en la industria los que nos dedicamos a construir centrales hace décadas usamos la energía nuclear para la radiografía de la soldadura. También se usa para esterilizar semillas y aumentar la vida útil de los comestibles. En fin la cantidad de usos es incalculable.
Volviendo al tema de la Central Hualong, ¿Este va a ser un contrato EPC?
En principio como comentario, y no crea que se mandarín, Hualong significa Dragón Chino.
Va a ser un EPC modificado y financiado por China.
¿En función de esto, cuál sería la participación de NASA a través de la unidad de gestión de proyectos nucleares, sería similar a como se hizo con Atucha II?
En Atucha II nosotros éramos todo, el diseñador, el ingeniero, el arquitecto, porque manejamos la obra, la construimos, llevamos la administración, y la pusimos en marcha. Como Atucha II será lo del proyecto nacional de tecnología Candu, lo vamos a hacer con exactamente ese método.
En el caso de Hualong, NASA juega el papel de propietario e inspector. Es decir, que la unidad de gestión va a estar dedicada a la fiscalización, supervisión y a ayudar a que salga todo bien. Todas aquellas tareas que tiene que hacer el propietario cuando construye una central, porque hay muchas que el contrato no contempla. Por ejemplo, el acceso a la obra, la salida, los caminos, la seguridad. Además que el proyecto de contrato incluye el suministro de componentes por parte de la industria argentina, y naturalmente la construcción y el montaje va a ser realizada por argentinos. Pero no por la unidad de gestión, sino por empresas argentinas contratadas dentro del contrato de EPC, por el contratista chino, que es nada menos que la corporación nacional nuclear china.
La parte de montaje, y la construcción es el 40% de la obra, y China financiaría el proyecto incluida la parte local, o sea el 85% del proyecto completo.
Toda la tecnología y los componentes relacionados vendrían de China. Así empezamos con Atucha I, y después fuimos evolucionando con más contenido local con Embalse. En el inicio de Atucha II por los 80, se constituyó una empresa mixta entre el tecnólogo y proveedor alemán y la Comisión Nacional de la Energía Atómica.
El proyecto Carem va a seguir otro camino y la participación de NASA es colaborar en la construcción por separado de la actividad de las otras centrales. Es decir, estamos volcando toda la experiencia que hemos adquirido durante ya más de 40 años con las centrales en hacer el proyecto de la Comisión. Pero es un proyecto totalmente independiente, tanto del proyecto nacional como del proyecto Hualong, y quien lo va a comercializar será la Comisión Nacional de Energía Atómica, ellos son los propietarios del proyecto. En las centrales el propietario es NASA.
¿Todo lo que es mano de obra especializada y en general va a ser principalmente Argentina?
En lo que respecta a construir, montar y las demás tareas que se hagan acá van a ser argentinas. Eso sí con gran pena tenemos que reconstruir capacidades nacionales que fueron destruidas cuando se disolvió la unidad de gestión en el año 2018. Así que ahora tenemos que recuperar algo que cuesta mucho, entusiasmar a la gente, sobre todo aquellos que están muy bien ubicados porque son muy buenos.

¿Qué va a representar la Central Hualong en el sistema eléctrico?
Me gusta hablar de la suma de las dos. La Hualong más la nueva Candum duplican lo que tenemos hoy. Iríamos al doble de lo que tenemos ahora, unos 3435 MW. Esto es indispensable en vista de la transición energética.

¿La energía atómica está dentro de las energías limpias?
Desde que empezamos hace 40 años venimos sosteniendo que son absolutamente limpias. Lo que nunca nos imaginamos es que ser limpio significaría no emitir dióxido de carbono. ¿Por qué digo esto? Cuando estudiaba centrales térmicas éstas tienen un proceso de combustión, y para nosotros una chimenea limpia era una que no emitía hollines, no emitía partículas de metales pesados, anhídridos sulfurosos, ni compuestos de nitrógeno, y solo emitía dióxido de carbono y vapor de agua. Había un famoso método de análisis el Dorsat, que indicaba que si solo había dióxido de carbono y vapor de agua, las cosas estaban muy bien y el gerente de la central recibía su bonus anual, con un adicional. Desde hace más de medio siglo que me gradué y quién nos iba a decir que el dióxido de carbono era malo. Primero, las plantas viven del dióxido de carbono, mientras más tienen más lozanas están, nosotros comemos dióxido de carbono, cada vez que ingerimos un vaso de soda o de una gaseosa, y nadie termina intoxicado. Quién va a suponer que ese inofensivo gas iba a ser una amenaza para el planeta. Estos años transcurridos han hecho que hayamos descubierto que es terriblemente dañino, no porque sea tóxico, sino porque produce un efecto físico en la atmósfera que hace que la temperatura del planeta aumente. No es el único gas pero es ciertamente el que en mayor proporción lo hace. Y los grandes emisores de ese gas son la industria de la generación eléctrica y el transporte.
Entonces la energía nuclear es una de las más limpias, no emite nada de dióxido de carbono. Está claro que con las ambiciosas metas de disminución que se propusieron en París en el 2015 y que se ratificaron, aunque no se comprometieron, en el año 2050 no hay que emitir más dióxido de carbono.
Veamos cuál es la orden para los electricistas. Usted para el 2050 emite cero, en el 2035 emite la mitad de lo que se está emitiendo hoy. Pero tienen que seguir atendiendo a la demanda eléctrica, y a los nuevos clientes que le van a venir, de los cuales los dos más grandes están relacionados al transporte. Uno es el transporte en sí mismo, aquel que para su auto, se baja con el cable extensible y el enchufe en la mano para conectarlo, un cliente que el año pasado no lo tenía. El otro gigante es el ciclo de hidrógeno muy relacionado al transporte y que es un altísimo consumidor eléctrico. Así que no podemos desatender la demanda ni la demanda nueva que va a venir.
La generación eléctrica térmica que comenzó a carbón por los 80, sigue quemando cosas para abastecer la demanda. En promedio el 60% de la energía eléctrica del planeta se ha generado quemando algo. Petróleo, gas, y otras cosas como biomasa o biogás. Curiosamente, el más antiguo y más contaminante en términos de dióxido de carbono y que sigue siendo el principal abastecedor es el carbón. El primer quemador de carbono es China, y el segundo es Estados Unidos. Japón cuando se vio obligado a parar las centrales después de Fukushima para revisarlas, abrió las de carbón.
El carbón es más contaminante por una razón física elemental. Por unidad de masa el carbón tiene 1/3 del poder calorífico. Para generar el vapor que tiene por ejemplo el petróleo o el gas, simplemente genera 3 veces más dióxido de carbono para conseguir el mismo kilovatio.
Entonces la primera fuente es la térmica y luego vienen las llamadas limpias, las energías renovables, de las cuales las dos más populares son la solar y la eólica, y luego la nuclear. De la energía que se consume en el planeta la nuclear aporta entre el 10,5 y 11%. ¿Se imagina que si el 60% hay que reemplazarla, quienes lo harán? La hidráulica, que es muy buena y comparte con nosotros una gran virtud, una larga vida. Las represas duran muchísimo, ya hay represas de 100 años. Después vienen las renovables solares y eólicas, y luego las nucleares.

¿Qué va a pasar con la Planta de Arroyito que había sido parada?
Se le ha hecho un mantenimiento, una suerte de vigilancia y preservación, pero no está en condiciones de arrancar la semana que viene. Hay que recuperarla porque sería contradictorio que la nación que tiene la planta de agua pesada más grande de la tierra tenga que importar el agua pesada para su operación, y lamento comunicarle que es lo que está sucediendo.
Se va a recuperar con una inversión infinitamente menor que la necesaria para hacer una nueva. La Argentina debe continuar con la tecnología que le es propia. Nadie sabe qué va a pasar en el mundo dentro de 40 años, y nosotros el ciclo uranio natural lo dominamos íntegramente.

¿Cuándo se piensa que se va a concretar el contrato con China y su puesta en vigencia?
Nuestra mejor estimación es que en este 2022 entre en vigencia.

¿Ya se ha dado algún paso tendiente a eso?
Si, se han ido haciendo a lo largo del proceso de negociación, pero ahora hemos emprendido decididamente algunos pasos. El reactor va a estar ubicado donde estaba el obrador de Atucha II, viniendo como baja el río Paraná, el proyecto Carem arriba de todo, y a continuación los que son nuestros Atucha I y II, Atucha III, que va a ser la cuarta central porque ya está Embalse. En estos momentos cualquiera sea la forma y el reactor que hagamos, ya estamos limpiando y nivelando el predio, para adelantar las tareas de manera tal que el contrato de Hualong arranque con la mayor velocidad posible. Estimamos su terminación en 8 años.
Debido a las inéditas bajantes del río Paraná y en función de la importancia para el sistema de enfriamiento de los reactores, ¿Se han llevado a cabo tareas de prevención con relación a esto?
Eso afecta más que a las centrales futuras a las que están en operación. Se están enfriando dos centrales que suman más de 1000 megavatios. Afortunadamente, la bajante del río hasta ahora no ha puesto en peligro esto. Hay un margen sobre el mínimo de la aspiración de la bomba enfriamiento en las centrales que cuando llegan al mismo deben detenerse. A pesar de que esta bajante ha sido excepcional, no afectó, aunque igualmente tomamos medidas de precaución, entre ellas, le dimos repaso al dragado de los canales de acceso de forma tal que pudiera entrar bien la poca agua que había.

¿Desde el punto de vista de inversión y rentabilidad, cómo son las obras de Energía Atómica en relación con las otras?
Hay un cierto equilibrio entre costo combustible y la inversión. Las centrales que tienen combustible muy caro, la inversión es baja, y hay centrales que tienen una vida útil larguísima y costo combustible cero, que son las hidráulicas. La naturaleza provee el combustible para las centrales hidráulicas pero la inversión para una represa por megavatio es altísima. En la nuclear el combustible representa un 5 % dentro del costo operativo, contra el 60% en una central que quema petróleo. Entonces, lo que hay que tomar en cuenta al evaluar los proyectos, que en nuestro caso es el costo de inversión, el cual es alto, pero la vida útil es muy larga. Es así que nos enfrentamos por estos temas con los colegas de las finanzas, pero afortunadamente ahora se está resolviendo con los métodos de evaluación de central que están basados casi exclusivamente con los flujos de fondos proyectados. El método se llama LCOE por su sigla en inglés (Costo Nivelado de Energía). Ahora con las centrales de larguísimo plazo de vida, hay un drama en esa ecuación, es que con tasas de inflación del orden del 5% o 6% después de 25 años, los flujos de fondos dan 0. Pero los flujos entre el año 25 y el 80 existen y uno los va a cobrar. Por ejemplo Atucha I se amortizó en 23 años y lleva 47 años andando. Entonces se ha hecho un movimiento grande en el cual estamos aliados con los hidráulicos principalmente, donde decimos que el costo debe tener un ajuste por la larga vida porque sino nunca sería viable un proyecto de los nuestros, y las más baratas serían las centrales a carbón. El tema ha sido recogido por el organismo internacional de Energía Atómica, que justamente hoy dirige para gran orgullo de todos nosotros un argentino, el embajador Rafael Grossi. Ha tomado el tema, entre otros muchos, que hacen a este renacer de lo nuclear con vistas a la transición energética. Ya se están creando mecanismos de ajuste de manera tal de calcular el impacto en los costos futuros de los flujos y ecualizar las tasas de interés a través de distintas escuelas de pensamiento. Los estadounidenses directamente la cargan al consumidor, los ingleses están pensando mecanismos de subsidios a las tasas de interés, para que los proyectos tengan una tasa de interés que resulte en el largo plazo neutral respecto a la inflación. Fíjese el caso del Embalse, que se diseñó para 30 años de vida y por menos de un tercio que cuesta hacer la central nueva se le prolongó 30 años más.
Otro tema en la era de la transición energética, es que consideramos que no se debería penalizar al que emite, sería mejor premiar al que no emite. Dándole un premio a la tonelada no emitida, a los hidráulicos, solares, eólicos y nucleares. Todo esto en atención a que la sociedad en su conjunto se vea entusiasmada y no obligada, y además pensamos que podría producirse un fenómeno muy desagradable con el tema de la multa, que alguien diga, yo pago la multa y emito.

¿Por último NASA está desarrollando algún plan relacionado con el medio ambiente, y acción social?
Ya lo tenemos desde la gestión anterior. En el año 2014 emitimos el primer balance de responsabilidad social empresaria que hizo una empresa del Estado argentino. Fuimos pioneros en el tema responsabilidad social empresaria y ahora hemos continuado haciéndolo, así que tenemos una actividad muy comprometida con el medio ambiente, y procuramos que todos nuestros procesos tengan el menor impacto ambiental posible. También estamos muy comprometidos con la sociedad, en particular con la de las zonas próximas a nuestra central, no solo como fuente de trabajo, sino es que son nuestro mayor soporte debido a que habrá que instalar nuevas centrales y hace falta que la gente se dé cuenta que las centrales nucleares que van a estar tanto tiempo allí son un beneficio para la comunidad adyacente.
Muchas gracias ingeniero por la interesante entrevista que nos ha dado.
Le dejo una frase del embajador Rafael Grossi que simboliza el rol de lo nuclear en la transición energética. Frase que ahora la utiliza el organismo internacional en todos sus documentos. “Lo nuclear no es parte del problema, es parte de la solución”.

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