La Cámara Argentina de Empresarios Mineros anunció inversiones del sector para los próximos cinco años por 20.000 millones de dólares, orientadas en especial a potenciar las economías regionales.
Se comunicó además la creación de un rganismo multisectorial de control minero.
Presentamos aquí las opiniones y conceptos compartidos por los principales expositores.
Con la presencia de los principales actores del sector, se celebró el Día de la Industria Minera.
Ese fue el marco elegido por la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) para presentar su denominado “Desafío CAEM 20/21”, que pone el foco en los próximos cinco años del sector. El programa apunta a un total de inversiones de 20.000 millones de dólares y se centra en la creación de empleo, la generación de exportaciones y aportes fiscales, y un fuerte trabajo para garantizar la sustentabilidad ambiental y comunitaria. La mejora en la competitividad generada por el cambio en las retenciones a la actividad minera que realizó el Estado nacional permitieron calcular el potencial minero en 20.000 millones de dólares. En este sentido, el presidente de CAEM, Marcelo Álvarez, aclaró que “solo en impuesto a las Ganancias el Estado Nacional recibirá casi el doble de lo que ha cedido a partir de la quita de las retenciones. A esto se deberían sumar las ventajas de otros impuestos, empleo y extensión de vida útil de proyectos existentes”. La inversión también está unida a la expectativa de lograr un diálogo productivo con las provincias donde se encuentran trabas al desarrollo de la actividad. “Desde la Cámara, el desafío es generar las certezas necesarias para que la industria pueda alcanzar la plenitud de su rendimiento en todo el territorio”, explicó Álvarez. Según datos proporcionados por la consultora ABECEB, con la puesta en marcha de los nuevos proyectos se abrirían unos 40.000 nuevos puestos laborales, que se sumarían a los 90.000 actuales que genera la industria, entre empleos directos e indirectos. Así, la minería se transforma en fuente de ingresos para 130.000 hogares. La industria minera es además motor para el segmento pyme. Desde CAEM calculan el surgimiento de unas 8000 pymes nacidas para atender las necesidades de las empresas mineras. En ese sentido, Juan José Aranguren, ministro de Energía y Minería de la Nación, aseguró que “para las provincias cordilleranas, de las regiones del NOA, del nuevo Cuyo y de la Patagonia, la industria minera puede y debe convertirse en lo que la agricultura y la ganadería representan para las ubicadas en la Pampa húmeda: una fuente inagotable de riqueza y justicia social”. Cabe destacar que era la primera vez el ministro le hablaba de manera directa a los representantes del sector minero desde que asumió su nuevo rol institucional. Aranguren aprovechó la ocasión para subrayar el hecho histórico que significa que la minería tenga ahora rango ministerial.
Exportaciones y aportes fiscales
Actualmente la minería es el quinto complejo exportador nacional, tras el oleogénico, el de las automotrices, el cerealero y el petrolero-petroquímico. Para el 2021, la Cámara apunta a originar un acumulado de más de 25.000 millones de dólares, logrado a partir de un crecimiento progresivo. La reactivación alcanzaría también a la cadena de valor, añadiendo 15.000 millones de dólares en compras previstas en el mercado interno en el mismo período. Según datos de la CAEM, el 70 por ciento de los recursos que produce la minería queda en la Argentina en términos de sueldos, contratación de servicios locales, consumos intermedios y aportes fiscales y no fiscales.
De tiempos económicos y políticos
De todas maneras, tal como advirtió el presidente de la consultora ABECEB, Dante Sica, durante su exposición en el día de la Minería, “el contexto internacional para la actividad minera es más duro que el de años atrás”. Esto no significa que los indicadores del sector se derrumben, pero sí que los precios de las commodities van a ser estables. Sica explicó que se observa “una corrección del crecimiento de los países emergentes y el amesetamiento del crecimiento de los precios”. Para el experto de ABECEB, “las claves en este mercado más duro van a ser mejorar mucho la competitividad y ser mucho más eficientes en materia de mercados y de conducción económica”. En el plano político, el analista Rosendo Fraga señaló que, en un país de políticas tan cambiantes como ha sido Argentina hasta el momento, “una de las señales más importantes que ha dado el gobierno de Mauricio Macri ha sido la quita de las retenciones al sector minero”. Podría haberlo retrasado, pero lo hizo a principios de su mandato. Eso marca una decisión y una señal muy fuerte al respecto. Por otra parte, continúa Fraga, “el partido que sucedería a Macri si le va mal, el peronismo, ha nombrado un nuevo presidente en una etapa de reorganización interna. No es otro que José Luis Gioja, tal vez el político argentino más identificado como promotor de las inversiones mineras. Si se necesitaban señales políticas respecto al sector, estas son muy fuertes, ya que vienen tanto del oficialismo como de la oposición”, concluye el analista.
Rol del empresario minero
Como era de esperarse, gran parte de las presentaciones durante la jornada del Día de la Minería rondaron el tema de la sustentabilidad y el rol social que el empresario y las compañías deben cumplir. En ese sentido, Miguel Blanco, coordinador del Foro de Convergencia Empresarial, citó el documento “Bases para la formulación de políticas de Estado”, elaborado por su organización, donde se vierten conceptos y recomendaciones para una buena y fructífera relación entre Estado, sociedad y empresariado. De entre las muchas recomendaciones allí vertidas, remarcó dos conceptos que son especialmente aplicables a la actividad minera. Uno se refiere a la necesidad de que la actividad económica genere un progreso genuino para las comunidades en las que opera la empresa. “La minería se desarrolla en general en comunidades alejadas de los centros urbanos”, remarca Blanco. “El desarrollo de las comunidades en las que se encuentran los yacimientos debería ser incluido como un elemento fundamental en la planificación de las actividades mineras en conjunto a los gobiernos locales”. En esa línea, el coordinador del Foro de Convergencia Empresarial propuso que las empresas den a conocer “los importes desembolsados en concepto de impuestos, la distribución de utilidades al Estado en el caso de empresas mixtas, y las contribuciones de todo tipo, de manera que la comunidad cuente con información para influir en la generación de esos planes para desarrollos futuros”. El otro concepto que destacó se refirió a la aplicación de tecnologías modernas para la preservación del medio ambiente, sin que la empresa deje de ser competitiva, en un marco de lealtad y buena fe. Al respecto, Blanco pidió que las mineras “apliquen los mismos estándares que en otras partes del mundo” y “que realicen un monitoreo ambiental periódico, con participación de las comunidades en las que operan y de terceros creíbles, como universidades”. Reconoció, además, que es un cambio lento, pero que es un “camino que hay que atravesar”. En la misma línea, el ministro Aranguren destacó el “enorme desafío comunicacional” que tiene el sector minero. “Tenemos que explicarle a nuestros compatriotas cómo hacer minería. Contarles que nuestra industria es la misma que llevan adelante naciones que tienen la mejor gestión ambiental del planeta y que ese desarrollo les permitió ser las de mejor calidad de vida. Estos países no reniegan de su riqueza”, sentenció. El ministro señaló que “el desarrollo económico, el cuidado ambiental y la justicia social deben ser vértices de un mismo triángulo en donde la industria minera se encuentra en su centro”. Pero reconoció que no se trata del trabajo de un solo ministerio. Se deben coordinar políticas con el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, y también con los gobiernos provinciales. “Estamos comprometidos para mejorar la capacidad institucional del sector público en el control y la gestión ambiental minera”, concluyó.