El editor de Revista Energía en Movimiento tuvo el agrado de entrevistar a destacados expertos en el ámbito energético, referentes de Juntos por el Cambio en la materia.
Luis Bolomo y Juan Carlos Sanchez Arnau, en una amena charla, nos ofrecieron su visión sobre el futuro de la energía en Argentina y compartieron detalles sobre los proyectos en su espacio y la relevancia de la perspectiva económica.
¿Cuál es su visión sobre la energía en estos próximos años y potencial energético de Argentina?
Luis Bolomo mencionó, que al inicio del kirchnerismo, se planteó un tema de gran seriedad cuando en base a la afirmación realizada por el gobierno entrante de que Argentina no era un país gasífero, sino que era un país con gas. Esa declaración llevó al corte del suministro de gas a Chile, pero que la realidad es diferente, la Argentina cuenta con importantes reservas de gas y petróleo.
El descubrimiento de Loma de la Lata y Vaca Muerta
Luis Bolomo aclaró que cuando se creía que Argentina se estaba quedando sin gas, apareció Loma de la Lata para proporcionar importantes volúmenes de gas y luego surgió Vaca Muerta.
El experto asimismo destaca que Vaca Muerta no fue descubierta por YPF, sino que fue identificado previamente por la agencia internacional de energía de Estados Unidos, al realizar un relevamiento mundial de los posibles yacimientos no convencionales del mundo, estimando que Estados Unidos era el que mayores posibilidades tenía, junto con China y Argentina.
Luis Bolomo menciona a Cristóbal López y Lázaro Báez, entre los que compraron tierras en Santa Cruz y Chubut en ese momento, provincias con potenciales yacimientos. No en la provincia de Neuquén, dado que estaba gobernada por otro signo político.
Así mismo explica Luis Bolomo, que en ese contexto se empezó a trabajar sobre lo que es la formación de Vaca Muerta, que tiene 600 o 700 metros de espesor, y se extiende a lo largo de las provincias de Neuquén, Mendoza, y un poco en Rio Negro. Además de otras formaciones que se han empezado a explorar cómo “Palermo Aike» en Santa Cruz, y sobre la cual está trabajando CGC.
Por esto es que Luis Bolomo afirma que “Argentina es un país petrolífero y gasífero”, noticia que generó la expectativa de un desarrollo importante, pero que plantea la necesidad de un nivel de inversión, que hasta ahora no se ha manifestado en la magnitud requerida.
Para la explotación de esos recursos, ¿qué es lo que ustedes proyectan realizar, también teniendo en cuenta el tema financiero y económico?
Poniendo énfasis en la necesidad de mejorar y completar la infraestructura de transporte y preparación de gas para su exportación. Luis Bolomo comentó que la Argentina podría satisfacer la demanda interna de gas, para lo que será necesario completar el gasoducto, cuya primera parte se inauguró ahora, para permitir incorporar al sistema unos 11 millones de metros cúbicos por día, y que cuando se coloquen un par de plantas de compresión, podrá alcanzar a 20 millones de metros por día. Ya con 11 millones, la Argentina empezará a reducir la importación de GNL para satisfacer la demanda local.
¿Cómo ven el acuerdo para la construcción de la planta de GNL con Petronas?
Luis Bolomo comentó que la información difundida por YPF sobre el acuerdo con Petronas para la construcción de una planta de GNL, debería ser más transparente. En el marco de este acuerdo Petronas operaría ciertas áreas de YPF a cambio de realizar una importante inversión, pero que no está totalmente claro el tema.
¿Cómo piensan instrumentar las acciones y obras para permitir el abastecimiento interno y las exportaciones que nos proporcionen los recursos necesarios para esos fines?
Juan Carlos Sanchez Arnau, afirma que para llevar adelante todos estos planes, es fundamental poner la casa en orden. Las grandes inversiones necesarias, se enfrentan a importantes obstáculos en un país con alta inflación, restricciones financieras y limitaciones en el flujo de capitales. Siendo el primer paso el restablecimiento de los equilibrios económicos necesarios, y el segundo paso, contar con un sólido sistema de garantía de inversiones.
Sanchez Arnau detalla, que en la actualidad, Argentina posee 61 acuerdos de protección y promoción de inversiones externas con distintos países, pero las cláusulas de estos acuerdos a menudo son contradictorias. Además, la legislación nacional se ve complementada por las disposiciones del Banco Central sobre movimientos de capitales, lo que genera incertidumbre en los inversores extranjeros respecto a las garantías que pueden obtener al invertir en el país. Asimismo destaca que resulta imprescindible contar con una legislación transparente y clara que ofrezca certidumbre a los inversores y defina las condiciones bajo las cuales llevarán a cabo sus inversiones a largo plazo.
Una vez que se haya superado estos desafíos internos, Sanchez Arnau considera importante abordar las cuestiones de política internacional. Comenta que Argentina no ha cumplido con sus compromisos de abastecimiento de gas a Chile, un país que podría convertirse en un gran cliente futuro y sus puertos en puntos estratégicos de exportación de gas licuado. Asimismo, cree que para establecer acuerdos sólidos de provisión de energía con Brasil, es necesario construir una relación bilateral confiable.
Según Luis Bolomo, para cuantificar la situación, puede suponerse que Brasil podría ser un destino muy favorable para el gas argentino, siendo que en Argentina el costo del metro cúbico de gas en pozo es de USD 3,5, y el de Estados Unidos es de USD 1,5, existe una brecha significativa que resulta imprescindible reducir, y que podría lograrse con condiciones favorables, tecnología y esfuerzo. Según Luis Bolomo, para lograrlo, es necesario, un contrato de largo plazo que permita reducir el costo entre 1,8 o 2 dólares, con una duración de 15 años, pero que sin embargo, la concreción de un contrato de este tipo con Brasil depende de diversos factores relacionados con nuestras relaciones exteriores, la política exterior y la dinámica del Mercosur. Para Luis Bolomo, técnicamente, Argentina puede estar preparada para lograrlo, pero debe resolverse un desafío fundamental. Recuperar la confianza, que será una tarea inmensa que nuestros líderes deberán abordar y solucionar para alcanzar el objetivo.
¿Cuál es su idea con respecto a las energía renovables?
Luis Bolomo destaca la tendencia global hacia el desarrollo de energías renovables, enfatizando que Argentina no solo acompaña, sino que ha estado trabajando en este campo desde hace mucho tiempo, y señala el avance del país en la materia, siendo que 14 provincias han pasado de utilizar alconaftas a la implementación de biocombustibles, e incluso están explorando la posibilidad de mejorar la mezcla de hidrocarburos con biocombustibles.
Bolomo subrayó la importancia de continuar el desarrollo de las energías renovables, especialmente en la zona árida la eólica, donde se han logrado significativos avances. No obstante, manifestó su convicción respecto del rol del gas como una energía de transición, porque Argentina posee importantes reservas de gas que deben ser explotadas.
Por otra parte, Bolomo explica que «Juntos por el Cambio» considera vital la participación de los responsables ambientales en las discusiones sobre tarifas y desarrollo de hidrocarburos. Asímismo aclara, que personalmente considera que los hidrocarburos son una de las herramientas importantes para resolver la pobreza y la Macro.
Relacionado al tema de la pobreza, ¿Cuál es la política de Juntos por el cambio con relación a la actualización de tarifas?
En cuanto a la política sobre pobreza, Juan Carlos Sánchez Arnau expuso los resultados de un extenso estudio sobre los subsidios económicos en energía, gas, transporte y agua. En este contexto, destacó que se podrían eliminar casi por completo los subsidios en energía eléctrica y agua, manteniendo tarifas sociales para los sectores más vulnerables. Sin embargo, advirtió que el tema de los subsidios en gas es más complejo debido a la combinación de subsidios a la producción y al consumo. A pesar de ello, se mostró confiado en encontrar una tarifa adecuada mediante un trabajo minucioso en este aspecto. Sánchez Arnau sostuvo firmemente que se debe poner fin al subsidio indiscriminado al consumo y eliminar inmediatamente los subsidios injustificados en la zona fría, que en su opinión, tienen un carácter esencialmente político.
En el ámbito del transporte, Sánchez Arnau planteó un desafío más complejo debido a la amplia distribución de los subsidios entre las provincias, con una concentración significativa en el Gran Buenos Aires. La diferencia entre el costo del servicio y la tarifa es considerable, especialmente en el transporte ferroviario. Estos temas, advirtió, deben ser tratados con precaución, ya que implican decisiones políticas de gran magnitud, con posibles costos políticos, pero necesarias para abordar la inflación y el déficit fiscal.
Luis Bolomo agregó que si las condiciones continúan mejorando en términos de producción a corto y mediano plazo, es posible que se observe una tendencia a la baja en la demanda interna, lo que podría conducir, en una primera etapa, a la reducción de los subsidios y, posteriormente, a una disminución en las tarifas.
En relación a los reclamos de Neuquén sobre el costo elevado de los combustibles y la energía en comparación con el resto del país, siendo uno de los principales productores, ¿cómo se aborda este tema?
Tomando la palabra, Juan Carlos Sanchez Arnau afirmó que ellos consideran que deberían pagar el mismo precio que el resto del país. Sin embargo, existen otros factores que influyen, como los impuestos provinciales que tienen una fuerte incidencia en las tarifas, e incluso municipios, se aplican impuestos como ingresos brutos, impuesto al transporte, impuestos de entrada y salida a la provincia, y otros gravámenes que distorsionan los precios, haciendo que cargar nafta en ciertos lugares sea más costoso que en otros.
Además, continúa, los recursos provinciales a menudo se rigen por políticas locales y carecen de una coordinación a nivel nacional, por lo cual estamos frente a un terreno extremadamente complejo en materia tributaria.
Sanchez Arnau comenta que tienen la idea de avanzar hacia una gran reforma del sistema tributario, pero saben que esto no será posible en una primera etapa, ya que se requerirá de un acuerdo entre la nación y las provincias, no solo en busca de reducir los impuestos y tasas provinciales, sino también homogeneizarlos para asegurar una distribución más equitativa de los recursos fiscales y tributarios.
Comentando también, que en la actualidad, existe una gran distorsión en la coparticipación de recursos, que la nación asume una cantidad de servicios para todo el territorio nacional que las provincias no financian. Por ejemplo, la nación se hace cargo del servicio de la deuda, y el aporte de las provincias se ve únicamente en aquellos impuestos que no se coparticipan. La cuestión de la coparticipación positiva debe ser revisada y es un tema complejo que requerirá un acuerdo difícil de alcanzar entre la nación, las provincias, e incluso entre ellas. Asimismo, Sanchez Arnau recuerda que el mandato constitucional de establecer un nuevo sistema de distribución positiva a nivel nacional, aún no se ha cumplido desde 1994.
Respecto de los reclamos de Neuquén, Luis Bolomo amplia explicando que la provincia produce aproximadamente el 60, 65% del gas y también una parte importante de la producción petrolera, lo que le otorga significativas regalías. Además, tiene asociaciones con empresas productoras a través de su empresa estatal de energía, lo que le proporciona ingresos adicionales. Si bien es cierto que los precios de los combustibles pueden no ser más bajos que en otras provincias, los ingresos que obtienen son mayores que en cualquier otra parte.
A esto Juan Carlos Sanchez Arnau agrega “Los recursos son nacionales, no provinciales”.
¿Cuál es la idea de su espacio con respecto a la energía nuclear?
Luis Bolomo explica que la energía nuclear es una fuente limpia, que Argentina incluso tiene los recursos de uranio necesarios. Aclarando que no estamos en contra, pero destacó la necesidad de realizar una auditoría sobre los proyectos de contrato y la ejecución.
Para completar el tema nuclear, ellos entienden que la producción nuclear es una producción limpia y segura, pero muchas veces, comparando el costo de generación de otros tipos de energía, puede ser más elevado. Destaca que esta energía produce una importante acción de impacto sobre lo que es la ciencia y tiene muchas derivaciones.
¿Cómo ven el rol de ENARSA Y CAMESA en el sector?
Para Juan Carlos Sanchez Arnau, hay que volver a la ley 24065 para que CAMESA cumpla adecuadamente su función y en cuanto a ENARSA, creen que es una suma de activos mal administrados.
Luis Bolomo comenta que ENARSA surgió como consecuencia de que YPF estaba privatizada y Néstor Kirchner quería tener participación en el tema energético en general y para ello creó ENARSA, para dar un paso más en el cuento de la soberanía energética, y se realizaron privatizaciones parciales, financiadas con los beneficios de YPF.
En minería hay muchos proyectos en el país que no se han llevado a cabo. ¿Cuál es su visión sobre este sector?
Según Luis Bolomo, en el sector minero, hay buenas y malas noticias. Por un lado, el litio es una opción interesante como salida económica, aunque no sea trascendentalmente importante debido a la futura relevancia de las tierras raras. Respecto del cobre, es la carta más importante de Argentina y que si bien exportamos entre 4.000 y 5.000 millones de dólares en cobre al año, Chile lidera con 45.000 millones, siendo entonces crucial desarrollar el potencial del cobre, que muchas empresas tienen en la mira.
Continuando, Bolomo explica que el proceso de desarrollo minero es complejo y requiere tiempo y financiamiento. Cuenta que muchas personas registraron sus propiedades en los registros mineros de la provincia, afirmando que su terreno, campo o laguna, contaban con recursos de litio, como ya ha pasado con el oro, la plata, y metales ferrosos, buscando quedarse con la propiedad del recurso. Pero independientemente de lo correcto o no del método de adquisición, el señor o los señores tienen un derecho de propiedad, que vale cero. Debe llevarse a cabo una etapa de exploración, donde pequeñas empresas locales invierten entre 1 y 5 millones de dólares, quienes al ver potencial productivo, buscarán que una empresa más grande compre la propiedad, quizás en 10 o 12 millones de dólares. Empresas entre chicas y medianas especializadas en minería que invierten a lo largo de tres o cuatro años entre 10 y 20 millones de dólares a puro riesgo, en base a la información que tienen. Si ven que realmente hay una veta, o esté a cielo abierto una formación, busca en Canadá o Estados Unidos una empresa minera que pague por eso a lo mejor 200 o 300 millones de dólares. Estas empresas, que pagan millones de dólares realizan una exploración adicional y si ven que es explotable, construyen en la zona de trabajo el obrador, los accesos, los puentes, y gastan unos 2.000 millones de dólares para empezar la producción.
Por lo tanto, el proceso minero tiene su tiempo y cuando alguien plantea que en la minería se la llevan casi gratis porque pagan el 3,4, o el 6 %, se olvidaron que atrás quedaron 4000 millones de dólares, y años de trabajo.
A continuación, Juan Carlos Sanchez Arnau agrega que el tema minero debe regularse a nivel nacional, afirmando que no es justo que algunas provincias priven al resto del país de la explotación minera y plantea interrogantes como ¿Por qué La Rioja tiene que decidir que no se puede hacer minería? ¿Por qué Chubut tiene que impedir que se desarrolle el segundo yacimiento de plata más grande del mundo?, ¿Por qué en Catamarca un grupo reducido de personas impiden la explotación de los recursos? y afirma que el tema del consenso social, requiere un tratamiento más serio. Asimismo destaca que hay provincias que se han manejado muy bien como Salta, San Juan y Jujuy.
respecto a los aspectos medioambientales. Sanchez Arnau explica que la minería no es el gran destructor del medio ambiente como se piensa comúnmente, porque no es lo mismo la minería del litio, que la del cobre, o la del oro. Reitera la necesidad de regular algunos asuntos muy delicados en Argentina, que están mal manejados, porque se lo hace a nivel provincial y falta capacidad de gestión. Por ejemplo, la forma en que se determina el valor en boca de mina para poder calcular la realidad, es un tema muy ríspido, porque tiene que ver con la calidad del mineral, con las cantidades que efectivamente se extraen. Casos como en Catamarca,que se hizo la locura en Bajo de la Lumbrera de crear un adusto que llevaba una especie de barro producida en la mina hasta Tucumán donde lo refinaban, y luego se lo llevaba en el ferrocarril a Rosario donde era objeto de la segunda etapa de refinación, y se lo enviaba al exterior. De esto surgieron dos datos interesantes, la mina exportó en su vida útil 16.500 millones de dólares, y en Catamarca, entre regalías y beneficios directos quedaron solamente 250 millones, que si bien equivalía al 11% de los ingresos totales de la provincia, debió haber sido mucho más. El segundo dato interesante, es que cuando alguien tuvo la idea de pinchar el producto que se exportaba y extraer muestras del barro, se determinó que dentro del mismo había varios minerales. Entonces ¿Cuál era el valor de todo eso, cuánto valió el oro que salió de Bajo de la Lumbrera y que se transformaba directamente al costado de la mina y salía del avión desde Bajo de la lumbrera a Zurich?. Algo que nunca se sabrá. Por eso es que tiene que haber capacidad de control y no corrupción.
¿Consideran la participación de las empresas argentinas en la producción de bienes y servicios para el sector?
Luis Bolomo comenta algunas ideas que tienen sobre el tema, que si bien no fue desarrollado por Juntos por el Cambio, creen que no tiene ninguna contradicción con el pensamiento del espacio.
Como se sabe, la producción no convencional de petróleo fue decayendo a lo largo del tiempo en cantidades realmente notables y la mayor expresión de eso es que hay gasoductos que están funcionando al 50%, y oleoductos con mucha capacidad ociosa. Consideran que hay que incentivar la actividad convencional a través de Pymes, puesto que la actividad petrolera convencional no tiene una tecnología extraordinaria, y la que tiene es muy conocida en la Argentina. En la Patagonia particularmente, hay una infinidad de pozos abandonados no en el sentido de que se fueron, sino cerrados, que tienen una producción a lo mejor de dos a cinco metros cúbicos/día, que si bien no es nada para una empresa, lo es para una empresa chica, si tenemos en cuenta por ejemplo unos 20 pozos que producen metros cúbicos, serían 100 metros cúbicos/día, unos 3000 metros cúbicos/mes y 40 mil metros cúbicos al año. A un valor aproximado de 400 dólares el metro cúbico, hace unos 12 millones de dólares al año.
Bolomo agrega que los pozos están, y a su vez, como las empresas poseedoras de tecnologías se fueron a Vaca Muerta porque la producción allí está asegurada, donde hay mucha infraestructura etcétera, entonces esto puede ser un incentivo importante para las pymes. En consecuencia deberá evaluarse cuántos pozos de estos hay, quienes los tienen y que se puede arreglar para replantear la cuestión. Manteniendo todo lo que tiene que ver con la seguridad jurídica, los derechos de cada uno, etcétera. Pero seguramente hay solución para eso, y que además es necesario porque la tecnología de extracción primaria, secundaria, y la terciaria particularmente fue mejorando. En un pozo de petróleo convencional, cuando ya se está sacando poco, a lo mejor se extrajo el 20% de lo que hay, y quizás usando ciertos productos químicos, ciertas formas de presión y de trabajo, puede llevarse ese 20 a un 40%.