“Necesitamos leyes que le den estabilidad a la actividad”
Dialogamos a fondo con el gobernador de Neuquén sobre los yacimientos de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta: el impacto esperado en la economía provincial y nacional, los riesgos ambientales de su explotación, el marco legal para la producción y comercialización, y la rentabilidad de las inversiones.
-¿Qué representa Vaca Muerta en función de su potencial?
-La provincia del Neuquén tuvo un primer momento de despegue tras la provincialización en la década de 1960: con los recursos del subsuelo se logró diseñar y aplicar el plan de salud más importante de Latinoamérica y un Plan de Desarrollo que fue revolucionario en cuanto a sus resultados. Ahora estamos ante la posibilidad de dar un salto cualitativo en la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de la provincia. Se trata de transformar la riqueza del subsuelo en el ejercicio concreto y real de derechos sociales sobre la superficie –salud, educación, seguridad, cultura, deporte-. En consonancia con esas posibilidades, desde 2009, Neuquén ha incrementado las inversiones en hidrocarburos, que pasaron desde los 500 millones de dólares ese año a los actuales 5200 millones de dólares proyectados para este año con la normativa vigente.
Actualmente, la provincia del Neuquén produce el 45 por ciento del gas de la República. Durante le 2013 la producción alcanzó los 0,572 TCF (trillones de pies cúbicos). Para compararlo con un dato de consumo nacional, Argentina consume anualmente 1,742 TCF; de los cuales las restantes provincias productoras y la Nación, que extrae en plataformas mar afuera, cubren 0,753. La diferencia (0,417 TCF) necesaria para completar la demanda nacional es importado, ya sea desde Bolivia (0,211 TCF) como de buques metaneros (0,206 TCF). Así tenemos conformadas la oferta y la demanda en la Argentina.
En Neuquén, hemos desarrollado en Loma Campana el primer clúster no convencional fuera de los Estados Unidos, gracias a la inversión de YPF y Chevron. Junto con ellas, se han decidido a invertir en nuestra provincia las empresas más grandes del mundo como Shell, Exxon, EOG, Total y Wintershall. Este panorama y la posibilidad de certificar las reservas –que pasen de probables a probadas- nos coloca ante una nueva perspectiva histórica como la de los años sesenta. Es decir, estamos ante la posibilidad de refundar la provincia, en cuanto a sus instituciones, su desarrollo económico y social, y en lo relativo al horizonte de creatividad y realización que ofrezcamos a nuestra generación y a las que vienen. Repito, se trata de consolidar y garantizar derechos sociales sobre la superficie con la riqueza transformada del subsuelo.
“Estamos ante la posibilidad de refundar la provincia, en cuanto a sus instituciones, su desarrollo económico y social, y en lo relativo al horizonte de creatividad y realización que ofrezcamos a nuestra generación y a las que vienen”
-¿Se requiere la formulación de alguna ley en particular para el petróleo de esquistos –shale oil– y el gas en arenas compactas –shale gas-?
-Necesitamos leyes que le den estabilidad a la actividad. Como mencioné antes, en Neuquén se aprobó el convenio con YPF, a la luz del convenio YPF-Chevron, con un gran debate. En esa instancia, creo que una de las ventajas fue obtener la licencia social necesaria para el desarrollo del recurso no convencional, una discusión que incluye el tema de la estimulación hidráulica, el ambiental y todos los demás aspectos que traen aparejados.
La discusión de normas nuevas para los yacimientos no convencionales, en mi opinión, tiene que ver con plazos. Nosotros hemos utilizado todos los plazos que nos dio la ley 17.319, es decir las extensiones y los diez años extra, pero en el caso de los no convencionales se requieren 35 años. Sin embargo, considero que hay que tener mucho cuidado en el momento de elaborar normas nuevas: necesitamos establecer consensos básicos y mínimos que se obtienen luego de grandes debates en ámbitos parlamentarios, en ámbitos académicos, en ámbitos de empresarios y trabajadores. Por eso creo que los consensos básicos son los que después permiten tener una legislación que perdure en el tiempo.
-¿Cuáles son los aspectos en cuanto a preservación y protección del ambiente que deben tenerse en cuenta?
-En Neuquén la legislación vigente otorga plazos máximos de seis meses para remediar un impacto ambiental. Queremos preservar el agua dulce de la provincia, y por eso se prohíbe la utilización de aguas subterráneas, sólo las de cursos fluviales. En realidad, esta actividad tomará apenas el uno por ciento del caudal que pasa por la cuenca hidrográfica neuquina, que es la más importante en el país luego de la cuenca del Plata. Es necesario puntualizar que Neuquén es pionera en fiscalización y control para la protección de los recursos naturales y los ecosistemas.
Por ejemplo, en el marco de la ley 2615 se realizan los trabajos para caracterizar y remediar los espacios ambientales donde se desarrolla la actividad hidrocarburífera. En esta materia hemos enviado a la Legislatura hace tres meses un proyecto de ley que ratifica lo que hemos ya resuelto por decretos. También, hay en tratamiento legislativo un proyecto de ley de Responsabilidad Social Empresaria y Acción Social Compartida que propone hacer un balance social en paralelo al balance económico estableciendo cuál es la actividad de cada empresa, no solamente gas y petróleo, en una visión compartida con la sociedad.
-¿Qué acciones se llevaron a cabo a nivel provincial, tendiente al aprovechamiento y explotación de estos recursos?
-Una vez, en Uruguay, estaba conversando con el presidente José ‘Pepe’ Mujica, y me dijo, en referencia con los recursos no convencionales: “Gobernador, no me gustaría estar en su lugar, esto genera demasiadas expectativas, es algo que va a tardar en desarrollarse, va a ser un potro duro de domar, por lo tanto va a tener que ajustar la cincha porque va a haber grandes desafíos y grandes problemas debido a las expectativas generadas”. Creo que en el tema de Vaca Muerta se han hecho cosas muy bien: por ejemplo ponerlo de manifiesto. En 2007, como gobernador electo, fui a Canadá a interesar inversores. En ese entonces, el petróleo estaba a 40 dólares el barril y el gas en la cuenca se pagaba a 1,5 dólares el millón de BTU. Mi intención era que empresas de Alberta invirtieran en Neuquén, pero me decían que iba a ser difícil con esos precios. Un empresario de Canadá me habló sobre los yacimientos no convencionales en horizontes más profundos y más complejos y cuando asumí como gobernador el horizonte de reservas era de siete u ocho años para gas y petróleo, una declinación de 15 años en el petróleo y 10 años en el gas. Hoy, claramente, estamos ante una situación totalmente diferente.
“Queremos preservar el agua dulce de la provincia, y por eso se prohíbe la utilización de aguas subterráneas, sólo las de cursos fluviales”
-¿Una adecuada explotación de esos recursos podría lograr el autoabastecimiento en materia de hidrocarburos en el país?
-Neuquén se puso a la vanguardia en el momento de desarrollar la posibilidad de explotar hidrocarburos no convencionales en nuestro país. Desde que asumimos nuestra gestión, con la incorporación de la potencialidad de estos recursos se logró incrementar nueve veces nuestras reservas en petróleo y 27 veces en gas. Neuquén trabajó siempre de manera leal con la República, atrayendo en medio de una crisis financiera internacional muy profunda, una inversión de 16.600 millones de dólares que generaron 12.000 puestos de trabajo. El gas que se extrae en la provincia, sin embargo, continuó vendiéndose a un dólar, a 50 centavos de dólar el millón de BTU, cuando a Bolivia se le pagaban 12 dólares. Eso representa un subsidio de casi 18.000 millones de dólares en los precios en el gas y en el petróleo. Queremos discutir en forma abierta esos valores para asegurar rentabilidad a las inversiones y así potenciar la producción.
Neuquén ha salido a buscar al mundo nuevas inversiones y ha impulsado a las empresas que ya estaban en nuestra provincia a invertir en la exploración de yacimientos no convencionales. Además, hemos apoyado institucionalmente el contrato entre YPF y Chevron, que disparó la producción en la cuenca Neuquina, con el respaldo de la mayoría los legisladores provinciales.