Entrevista a Miguel Giménez Zapiola
Barrick Argentina
Con una impronta optimista, el director de Asuntos Corporativos de Barrick Argentina analizó el presente de la empresa canadiense en el país, auguró una incorporación más fuerte del potencial minero argentino a la matriz productiva del país y habló sobre las controversias ambientales que provoca la minería.
Presente en Argentina desde 1993, la empresa minera canadiense Barrick es la principal productora de oro en el mundo. Sus actividades en el país incluyen la operación de Veladero, la propiedad del proyect o binacional Pascua-Lama (en la frontera entre Argentina y Chile, el único de su tipo en el mundo), y diversas áreas de prospección y exploración.En particular, la mina de Veladero comenzó sus operaciones en 2005, con una inversión inicial de 540 millones de dólares. Está ubicada en la provincia de San Juan, en el departamento de Iglesia, a aproximadamente 350 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Juan y a una altura de 4000 metros sobre el nivel del mar. En la actualidad, emplea de manera directa a más de 3800 personas, entre personal propio y contratado. Por ser un actor importante del sector minero argentino,dialogamos con Miguel Giménez Zapiola, director de Asuntos Corporativos de Barrick Argentina, sobre el presente y futuro, no solo de su compañía, sino del sector en general en el país. Barrick tiene presencia en diez países en diversas partes del mundo. ¿Qué porción representa Argentina en esa producción global? Actualmente, el 20 por ciento de la producción de Barrick se concentra en América del Sur, con operaciones en Argentina, Chile y Perú. Veladero, nuestra única mina en producción en Argentina, produjo el año pasado 722.000 onzas y es una de las cinco operaciones que, en conjunto, representan cerca del 60 por ciento de la producción mundial de Barrick. En Argentina estamos presentes desde hace 22 años. ¿Qué perspectivas tienen para el futuro de la empresa en el país? Las perspectivas son muy optimistas. Este año, Veladero cumple 10 años desde su entrada en producción y aún le quedan varios años más por delante. Esta mina tiene un impacto realmente positivo en la economía del país, y especialmente en las provincia de San Juan, donde explica el 28,6 por ciento de su PBI, con lo cual no quedan dudas de que son todas noticias positivas con vistas al futuro. ¿Cómo observan el panorama minero nacional? Si bien Argentina es un país con un perfil agrícola-ganadero históricamente marcado, tiene todas las condiciones para sumar la minería a su matriz productiva. Su enorme potencial geológico da cuenta de esto: compartimos la cordillera de los Andes con Chile, pero en áreas exploradas estamos muy por debajo de ellos y, además, nuestras exportaciones mineras son casi una décima parte de las exportaciones chilenas. Argentina tiene reservas de nivel mundial en oro, plata, cobre y litio. Si bien es cierto que la situación actual de precios internacionales a la baja no favorece la atracción de inversiones en términos globales, Argentina tiene muchos proyectos en estado avanzado que, una vez en marcha, no solo aportarán divisas al país, sino que aportarán puestos de trabajo y una importante cadena de valor, como ocurre con otros sectores de la economía. Estado y marco legal. La actividad que desarrollan implica un constante contacto con el Estado, tanto nacional como provincial. ¿Están los canales aceitados o hay obstrucciones de importancia? La relación con las autoridades es permanente y fluida en todos los niveles. ¿Qué evaluación hacen del sistema legal argentino en lo referente a la actividad minera? La minería es una de las pocas actividades económicas que posee un marco regulatorio específico. De hecho, la primera “ley minera” data de 1813, cuando la Asamblea General Constituyente decidió dar impulso a esta actividad. Más tarde llegó el Código de Minería y, con el tiempo, fueron surgiendo leyes como la de Inversiones Mineras (24.196) que proveyó un marco de estabilidad para la realización de este tipo de inversiones, o la de Protección Ambiental Minera, única en su tipo. «Somos conscientes de que es una actividad que genera apoyos y rechazos en la opinión pública» Por supuesto, todo sistema legal es perfectible. Lo importante es subrayar que el sector minero se caracteriza por inversiones de gran volumen, de alto riesgo y delargo aliento, y por lo tanto requiere, en cualquier lugar del mundo, de marcos normativos estables que le permitan desenvolverse a lo largo del tiempo. Minería y medioambiente Barrick hizo una gran campaña comunicacional apuntalando a la minería como una actividad sustentable. ¿Es realmente posible que sea amigable con el ambiente? El objetivo principal de nuestra campaña institucional fue dar a conocer la compañía y contar qué hacemos y cómo lo hacemos. Allí pusimos de manifiesto que una actividad minera hecha responsablemente, en cumplimiento de las normas y con estrictos controles, convive perfectamente con el ambiente y con las comunidades cercanas a los emprendimientos. Algo para destacar de aquella campaña es que quienes la protagonizaron fueron trabajadores y vecinos de las comunidades. ¿Qué medidas toman para no afectar a las comunidades linderas a los yacimientos? La minería moderna se caracteriza por aplicar los métodos más seguros y tecnológicamente avanzados. Los mismos métodos que Barrick emplea en Argentina, se aplican también en Canadá, Estados Unidos, Australia y en los demás países en los que tenemos operaciones. En todos ellos cumplimos con las leyes vigentes y, además, aplicamos estándares específicos en materia de calidad ambiental. En el caso particular de las comunidades, hay un ida y vuelta permanente con ellas desde el inicio de la evaluación de viabilidad de un proyecto, donde se tienen en cuenta todos los factores sociales, económicos, culturales y ambientales. Los miembros de la comunidad tienen acceso a información objetiva de nuestras actividades, y generamos espacios de intercambio directo, como el Programa de Difusión Comunitaria o el programa Puerta a puerta, donde no solo aclaramos dudas sobre nuestra actividad, sino que somos receptivos a sugerencias y hasta críticas que nos permiten hacer mejor nuestra tarea. La comunidad participa también de los monitoreos ambientales de agua, donde ellos mismos tomas las muestras que luego se envían a analizar a un laboratorio externo. ¿Cómo toman los reclamos y movilizaciones ambientales que se realizan en contra de la empresa? Somos conscientes de que esta es una actividad que genera apoyos y rechazos en la opinión pública. Reconocemos que esto es, en parte, responsabilidad del propio sector minero, que en sus inicios no fue lo suficientemente claro y abierto para comunicar su tarea y forma de trabajar. Por suerte, esto ha cambiado favorablemente en los últimos años, aunque entre esos sectores críticos existen quienes están dispuestos a escuchar y dialogar, y quienes, por diversos motivos, mantienen posturas de rechazo e irreductibles. Nuestra obligación, como empresa y como parte integrante del sector minero, es continuar trabajando en forma abierta, responsable y transparente. Eso ha sido elogiado por muchos actores sociales en el último tiempo y vamos por el buen camino.