Como dirigir una pyme y no morir en el intento
Las pequeñas y medianas empresas, muy presentes en el rubro servicios del sector energético, viven una realidad y tienen un funcionamiento diferente al de las grandes compañías.
Leonardo Glikin, titular de CAPS Consultores, explica el cambio del modelo de las pymes y cómo encarar una planificación adecuada.
Una de las características de Argentina es su gran tradición emprendedora. La gran afluencia de inmigrantes que recibió el país lo colmó de historias sobre empresas nacidas del esfuerzo de personas particulares o de grupos familiares en la mayoría de los rubros económicos.Leonardo Glikin, abogado y consultor en Planificación Patrimonial y Sucesoria, es director general de CAPS Consultores, una organización dedicada a asesorar a pymes en prevención de posibles conflictos y en la estructuración de un futuro acorde a sus necesidades. Al frente de esta institución ha brindado consultoría a pequeñas empresas de todo tipo. También de sector energético. Cada caso es único e irrepetible, pero existen ciertos riesgos que pueden ser comunes a todas las pymes, sean familiares o no. Por el solo hecho de no proyectar con antelación posibles escenarios futuros se pueden suscitar eventos que pueden no sólo alterar el normal funcionamiento de la compañía, sino que pueden poner en riesgo su existencia. El propio Glikin lo explicó: “Toda pyme familiar que no planifica corre el riesgo de disolverse y convertirse en una empresa no familiar, o simplemente desaparecer. Y toda pyme no familiar que tampoco planifica corre el riesgo de convertirse en una empresa familiar”. En el caso de las empresas familiares, uno de los grandes fenómenos que se pone en juego es el de la transferencia generacional. En palabras de Glikin, “cómo hacer para que la empresa pueda continuar bien manejada sin que esto implique que alguien se tenga que quedar hasta salir con los pies para adelante”. En este sentido, el director general de CAPS, autor del libro Exiting, el arte de dejar la empresa sin dejar la vida, explicó que en la generación de personas que hoy tiene 70 años “no había una idea de continuidad más allá de la propia vida”. En cambio, aquellos menores a 70 sí sienten que es posible un retiro, “quizás no uno total –detalló Glikin-, pero sí mirar las cosas de una manera diferente, no estar en el día a día de la empresa”. En este punto surge otro desafío: aunque quieran delegar, varios no saben cómo hacerlo y muchas veces la siguiente generación no está capacitada para hacerse cargo. El trabajo de consultoría de CAPS consiste, entre otras cosas, en articular el traspaso de responsabilidades. Leonardo Glikin utilizó una imagen muy clara para ejemplificarlo: “Es como si fuera un baile entre los que se están yendo y los que están llegando”.
El momento de la transformación
Aunque estos cambios pueden surgir como un problema, muchas veces se convierten en una oportunidad de crecimiento para la pyme en cuestión. Glikin advirtió que la condición para esta última opción es que se esté abierto a hacer esos cambios. “Y a quienes no –agregó-, muchas veces el mercado los lleva a hacerlos”. El titular de CAPS señaló que en muchas entrevistas iniciales que tiene con empresas, ante la pregunta “¿cómo le gustaría que sea su empresa dentro de cinco años?”, muchas veces la respuesta es “igual que ahora”. Glikin aseguró que “con hacer dos o tres preguntas sobre el mercado, el empresario se da cuenta de que eso es imposible. Muchas veces se trata de tomar conciencia de que ese deseo de inmovilidad es irrealizable. Entonces, por la propia fuerza de la realidad, es necesario crecer”. Otra advertencia que hizo Glikin en cuanto al crecimiento fue que “a veces una empresa tiene que expandirse en el peor momento para su propietario, cuando ya no tiene ganas ni energías”. Pero el titular de CAPS hizo una distinción clave: “tal vez no tenga ganas de poner su cuerpo, pero sí de tener una empresa sólida, quiere que su empresa dure para la próxima generación”. En ese sentido, Glikin dijo que “hay cosas que es necesario hacer aunque no estén las ganas. Ahí es donde tiene tanto valor la llegada de la siguiente generación y muchas veces de los no familiares que pueden dar el aporte de su profesionalismo”, subrayó.
También en energía
Leonardo Glikin y su consultora han trabajado también con empresas del rubro de la energía. Consultado por los aspectos particulares del rubro, el abogado señaló que en esta actividad suelen presentarse contratos que, de pronto, ponen en juego toda la sustentabilidad de la empresa. “Un contrato con YPF –ejemplificó el abogado- puede significar que, aun una empresa sólida, pase a tener una parte significativa de su patrimonio en relación a ese tipo de contrato. Entonces, hay que ver cómo hacer para cubrirse ante cualquier tipo de contingencia. Es decir, cómo lograr que una situación que en principio es de crecimiento y de éxito no se convierta, quizás, en el final de la empresa”, señaló. Siguiendo con el ejemplo, Glikin mostró cómo puede cambiar el destino de una pyme sin planificación: “Supongamos que una empresa tiene diez clientes de los cuales viven. De pronto, surge un contrato con YPF que significa el 90 por ciento de su facturación. Se trata de un crecimiento enorme, pero al mismo tiempo los diez clientes pasan a tener otra dimensión. La gran decisión es postergar los contratos con los otros diez clientes, o no meterse en lo nuevo porque nos cambia el perfil de la empresa, o hacerlo pero tomando los recaudos financieros para que cualquier traspié que pueda haber en el medio no los deje mal parados. Es una decisión muy significativa”, subrayó. Para concluir, señaló que “de pronto, hay desniveles que pueden cambiar la vida. Así de simple. La vida como empresa y la vida personal, porque por un lado está la posibilidad del crecimiento, la posibilidad de consolidarse, todos estos son aspectos positivos; pero también está la posibilidad de entrar en una situación de emergencia, con un montón de dinero a cobrar, y convertirse en títeres de la situación”.
Nuevos Desafíos
Los hermanos sean unidos
Según remarcó Leonardo Glikin, a partir de que empiezan a aparecer padres que sí están dispuestos a realizar la transferencia generacional, surgen las diferencias entre los hijos. “Cuando el padre no quería dejar el poder por nada del mundo, quizás los hijos se mostraban unidos tratando de lograr ese objetivo. Pero hoy aparece la problemática de los hijos”, señaló el abogado. Por esto Glikin editó el libro Los hermanos en las empresas de familia (Editorial Aretea), que aborda esta problemática compleja y ayuda a diferenciar lo que significa el patrimonio, la gestión y las relaciones familiares.