21 DIAS DE PARO, UN TORPEDO A LA LINEA DE FLOTACION DE VACA MUERTA

Después de récords históricos de actividad de fractura en Vaca Muerta en marzo 2021 (773 etapas), dentro de un contexto de fragilidad en la industria local, las expectativas para abril eran alentadoras y con signos de mejora en los indicadores principales. Sin embargo, el destino tenía otros planes para el recurso estrella de Neuquén: 21 días de paro por reclamos salariales de los médicos a los que se sumaron otros sectores escalando el conflicto hasta la parálisis casi total de la actividad petrolera. El impacto negativo es una onda expansiva que va más allá de la provincia de Neuquén.
Durante 21 días de cortes en mas de 30 puntos de la provincia, inclusive en rutas internas de los yacimientos, ubicadas en puntos estratégicos y de manera coordinada, el conflicto que se inicio por el reclamo salarial de los médicos provinciales paralizó la actividad petrolera en vaca Muerta.
El mes de abril terminó con un total de 239 etapas de fractura y 1 equipo activo en el recurso no convencional. Sin entrar en un análisis político de los cortes, se puede analizar el impacto de este paro en toda la cadena de valor como una ONDA EXPANSIVA o ANILLOS CONCÉNTRICOS con efectos negativos más allá de la provincia.
El PRIMER ANILLO del impacto es inmediato, la operación, a medida que los cortes se intensifican y coordinan para detener cualquier movimiento de equipos, el agua, arena y suministros básicos comienzan a escasear en las operaciones y estas tienen que parar. Al mismo tiempo no se permite hacer recambios de personal y la pandemia, sumada al cansancio, ponen en riesgo al personal. Los costos asociados a este anillo son millonarios para la industria e impactan inmediatamente en el bolsillo de las empresas.
El SEGUNDO ANILLO de esta onda expansiva, comienzo a impactar en la producción de los pozos existentes y conectados a las plantas de tratamiento. Los cortes coordinados llegaron a tal nivel de precisión que hasta se bloquearon los suministros básicos para el personal de turno, agua y comida. Con la imposibilidad de evacuar la producción de líquidos y casi sin viveres para el personal, las plantas debieron parar y cerrar los pozos – así se perdieron 4 MMm3/d de gas y 9,000 bbl/d por cierres.
El TERCER ANILLO está teniendo impacto en este momento, con foco en los pozos que se estaban perforando o completando y se tuvieron que parar las operaciones, dilatando la puesta en marcha y la producción, en especial la de gas tan necesaria para la llegada del frio, como si se hubiera planeado el timing para tener mayor impacto. Para sumar condimentos a este coctel, la producción inicial (que se difiere) es la más alta de la vida útil de los pozos, y a su vez las empresas estarán en dificultad para cumplir con los objetivos del plan Gas.AR.
El CUARTO ANILLO concéntrico sobrepasa la provincia y tendrá impacto en el suministro de gas del país, en el momento mas frío y crítico del año, en el pico estacional de consumo del invierno. La secuencia simplificada seria la siguiente: no hay gas en invierno, hay que importar GNL a precios muchos más altos y en dólares girados al exterior. La escasez crea un escenario donde “alguien” tenga que decidir a quién se le corta el suministro y a quien no. El gas escasea en las comercializadoras, suben los precios del gas que va a industrias y termina impactando en los precios al consumidor
El ANILLO CINCO excede los límites de nuestro país y corresponde a un daño reputacional a Vaca Muerta, donde en un contexto global de recuperación de la industria, pone a este recurso en una posición menos atractiva frente a otros proyectos o internacionales -desalentando la inversión extranjera directa.
En el medio de este escenario, una cuestión atraviesa a todos los anillos y la sociedad entera: “quien paga el stand by”?

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