Juan Carlos Villalonga – Se abre con fuerza en la Argentina el mercado de energías renovables

Se abre con fuerza en la Argentina el mercado de energías renovables

Por Andrea Méndez Brandam
@amendezb

La Ley N° 27.191 obliga al segmento de los grandes consumos industriales a consumirun 30% de energías renovables en un lapso de 5 años.

Ya está aceptado que las energías renovables llegaron para quedarse, y en gran parte ha sido el cambio climático el encargado de demostrar claramente la urgencia en implementarlas. Con este panorama general, la Argentina, ¿se presenta al mundo como una hoja en blanco en dónde todo está por hacer? Es necesario analizar el tema desde varios aspectos. El Ministerio de Energía y Minería de la Nación reglamentó en marzo de este año la Ley de Energías Renovables cuyo objetivo es elevar el porcentaje de energías renovables en el país a un 8 por ciento en 2017 y a un 20% en 2025, para propiciar ampliamente el desarrollo y el bienestar sociales así como también los nuevos negocios. Juan Carlos Villalonga, actualmente diputado nacional y miembro fundador del Partido Verde (único en el país con prioridades y agenda medioambientales), ex Greenpeace y reciente presidente de la Agencia de Protección Ambiental porteña (APrA), tiene mucho para decir sobre este momento (¿por qué no llamarlo histórico?) que se presenta lleno de oportunidades de crecimiento. NOTICIAS POSITIVAS lo entrevistó para conocer en detalle el “estado de situación” de las energías renovables en el país.
 ¿Cuál es la implicancia de la reglamentación de la Ley de Energías Renovables?
La Ley N° 27.191 reformula la antigua Ley 26.190 de 2006, que prácticamente no tuvo aplicación por desidia del Ejecutivo, fue una ley que nunca pudo desplegar su potencial. Esta nueva ley representa una vuelta de tuerca en cuanto a las exigencias porque, entre otras cosas, obliga a los grandes usuarios de energías, es decir, el segmento de los grandes consumos industriales, a consumir porcentajes de energías renovables. Si no lo hacen, habrá multas. De este modo, fuerza la creación de un mercado de energías renovables y eso fuerza de manera indirecta las inversiones para proveer de esa energía. Igualmente, yo creo que lo más relevante ocurrirá en mayo, cuando se desarrolle la primera de varias subastas o licitaciones de proyectos de renovables, como es convocar a la presentación de proyectos de renovables y en función de variables, de las cuales la principal es el precio, para que puedan tener un contrato con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que es la empresa del mercado que va a comprar esa energía. Eso nos dará este año 1000 megas de energías renovables de las cuales la mayoría van a ser eólicas. Confío en que va a ser un éxito porque hay muchísimo interés y están dadas las condiciones para que así sea.energias renovables
 Se está abriendo la oportunidad de un mercado interesante para que haya inversiones?
Totalmente, la novedad en término de inversiones que va a experimentar la Argentina va de la mano con las inversiones en energías renovables. Más allá de la movilidad que van a tener las inversiones en obras públicas, en el sector agroindustrial, pero la gran novedad y la vedette de los próximos años van a ser las energías renovables y ya es un tema de la economía. Comienza a insertarse en la discusión de economistas ortodoxos o tradicionales, estos elementos que son disruptivos o que cambian la lógica de cómo producimos y consumimos energía. Esto es muy bueno. La ley tiene aspectos que motorizan, pero yo creo que lo principal es este mecanismo de licitaciones que van a ir mejorando año tras año los precios. Hoy las renovables son absolutamente competitivas y esto nos permite ser optimistas. No es una expresión de deseo sin fundamentos. Está todo dado y hay convencimiento desde el Ministerio para que sea así. Luego viene la otra discusión, y es lo que estamos impulsando desde la Cámara de Diputados, que es la apertura del mercado de la energía distribuida, es decir que nosotros los consumidores de energía que distribuyen las empresas, podamos generar en nuestros domicilios, e inyectar energía renovable en baja escala a la red pública. Esto es algo nuevo y disruptivo que apunta al prosumidor, no sólo somos consumidores sino que también producimos e intercambiamos con la red. Esto es lo que se viene y yo creo que con esta configuración llegaremos a los porcentajes propuestos y aspiro a que en 2025 tengamos aún mayor inserción de renovables. Aspiro, porque es lo que necesitamos.
Este es un modelo que ya implementó hace muchos años Greenpeace en su oficina, y a su vez, Río Negro estaría por comprar energía a Patagonia Energy, que la produce desde la central -ubicada en tierras inaccesibles del empresario inglés Joe Lewis-, que está compuesta por seis turbinas de 1,2 megavatios (MW) de potencia cada una. Estos son nuevos modelos que generan preocupaciones y debates. ¿Qué opinás?
Todo esto de lo que estamos hablando no tiene ningún impedimento tecnológico. Las barreras que tenemos en la Argentina son normativas. En los actuales contratos con las distribuidoras eléctricas somos simples consumidores, consumís energía y la pagás. Esto exige un nuevo contrato que admita tu nuevo rol. Pero a esta altura estamos hablando de energías convencionales, probadas, porque hoy hay cerca de 50 instalaciones de este tipo en todo el país y se pudieron hacer porque están dentro del paraguas de un programa experimental, pero no lo puede hacer cualquiera. Queremos que esta nueva norma aparezca. No estamos hablando de cosas por desarrollar. El mercado de la energía solar fotovoltáica por sus características es apto a través de la microgeneración, es decir, a pequeña escala en múltiples puntos. Así en la ciudad podés empezar a generar en terrazas, aleros, que tienen muy buena insolación y que pueden hacer que la ciudad sea un gran generador de energía. Son síntomas de legislación y normativa que tienen que venir para que destrabe esta nueva economía que combina nuevas tecnologías y el potencial del sol y el viento. Esto va a mover el mundo dentro de unos años.

 

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